Algunas ideas básicas 

Educar es primordialmente una obligación de los padres y profesores. Nuestra meta ha de ser alta y no podemos dejar de lado los avances neurológicos y pedagógicos que han significado un singular avance en la última década.

El reconocido neurólogo español, el Dr. Kovak, afirma que la estimulación temprana corresponde a los avances neurológicos, demostrando que a los tres años el cerebro ha madurado y desarrollado un 50% de su capacidad. De ahí la importancia de estos primeros años en los que el niño se tiene que mover en un ambiente rico en estímulos sensoriales, visuales y táctiles. De no producirse nuevas conexiones ante los diferentes estímulos, no se llegarán a producir jamás.

Por ello, sabemos que la edad de oro en la educación es de 0-8 años y dentro de este periodo los tres primeros años son los más importantes.

 

¿Qué es la estimulación temprana?

 

La estimulación temprana es un método pedagógico basado en teorías científicas y en estudios neurológicos. Su razón de ser es que ciertos estímulos oportunos en el tiempo, favorecen el aprendizaje y el desarrollo de las capacidades del niño, que le servirán de plataforma y base para todos sus aprendizajes posteriores.

Los estímulos los puede recibir durante toda su vida, pero el niño, cuenta con unos periodos sensitivos, en los que está sorprendentemente predispuesto a aprender, recibiendo una serie de estímulos. ¿Sabías que el programa de estimulación temprana para el orden se lleva a cabo de 0-3 años?

Padres y educadores deben convencerse de las posibilidades con las que nacen los niños y de la importancia que tienen la formación y la estimulación para el aprendizaje en los niños de 0-3 años.

 

¿Cómo realizar la estimulación temprana en casa?

El bebé aprenderá por los sentidos que sirven como canal o vías de entrada como son la vista, oído, tacto, gusto y olfato.

Un buen programa de estimulación temprana no puede ser arbitrario, al contrario ha de incidir en una serie de campos de desarrollo. Estos campos son:

1) Desarrollo sensorial: estimulación de los sentidos externos del bebé.
2) Desarrollo motriz: estimulación de la capacidad de movimiento, coordinación y habilidad manual.
3) Desarrollo cognitivo: estimulación de las capacidades directamente relacionadas con la inteligencia (lectura, escritura, observación, sociabilidad, creatividad…)
4) Desarrollo de los hábitos de conducta: la estimulación de los hábitos de conducta tienen que ir en armonía con la estimulación de la inteligencia (orden, laboriosidad, responsabilidad, respeto, generosidad, normas de convivencia y sentido transcendente).

 

Reglas de Oro para una buena Estimulación Temprana

1) Lo importante no es la cantidad de tiempo que dedicáis a vuestros hijos sino la calidad y el cariño que vais a poner para su estimulación.
2) Compartir la alegría, el éxito y confiar de que los padres son la mejor referencia para sus hijos.
3) Participar de una forma activa en el aprendizaje de tus hijos para así experimentar que mejoran los resultados en habilidad, calidad de trabajo y buena autoestima.