En un escenario atípico, despedimos a las alumnas de 2º de Bachillerato, quienes ya se graduaron en casa y han tenido una actitud ejemplar durante todo el confinamiento, tanto en el seguimiento de la docencia online, como en la vuelta voluntaria a las aulas.

Es un momento en el que se mezcla la alegría y la pena, los recuerdos, la ilusión por una nueva y apasionante etapa, o la certeza de tener unas amistades que lo serán durante toda la vida. Todo ello se resume en un árbol que plantaron en los jardines del colegio. Un gesto que responde a una tradición y que sirve como recuerdo de su paso por Alcaste. Así, el árbol de la XXXIII promoción se une a los de todas las que les han precedido.

¡Desde aquí les deseamos lo mejor! Alcaste seguirá siendo siempre vuestra segunda casa. ¡No olvidéis que os esperamos y no esperéis que os olvidemos! Porque se es alumna una vez, pero alumni para siempre.