Los frutos del otoño, dan mucho “juego”, y las nueces sirven para muchas cosas.

Despues de descubrir este rico fruto, invitamos a los niños, con la ayuda de papá y mamá, a que diseñaran un barquito de “cascara de nuez”.
¡Los diseños fueron impresionantes! Pero tenían que pasar una prueba… Tenían que flotar.

Utilizamos los barquitos para realizar una destreza de pensamiento: La predicción.

Despues de ver que materiales flotaban y cuales no, los niños tenían que predecir si iba a flotar o no y porqué.

El objetivo de enseñar a los niños a utilizar esta destreza es que sean capaces de utilizar su intuición para saber. Los niños guiados por la profesora, aprenden a pensar por sí mismos, a contrastar una información veraz y, a partir de ahí, a llegar por sí mismos a unas conclusiones.